Hoy, ha sido el día en que por fin se han llevado su cuenco o portacucharas. Gracias a Pedro disfrutamos de esta genial actividad, especialmente pensada para el desarrollo de la psicomotricidad fina de los niños.
Pedro, poco a poco les ayudó a dar la forma deseada a la arcilla.
Después de secarse una semana, y de una capa de cola con agua, pudieron pintarlas como ellos desearan.
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